Esto es uno que fue a las 16h a echar fotos al ambiente pre-Cabalgata de Reyes, y de esto que te lías y acabas en casa a las 5 de la mañana.
Ayer gracias a @Domoelectra pude ver la tradicional Cabalgata de Reyes Magos desde un punto de vista distinto y que poca gente puede ver, desde dentro.
Es una experiencia muy curiosa realizar todo el recorrido de la cabalgata viendo y relacionándote con gente muy distinta que trata de participar del evento, he aquí algunas impresiones:
A lo largo del recorrido se pueden distinguir distintos estereotipos y clases sociales que se corresponden con la cercanía de los distintos barrios al punto del recorrido.
Esto llama la atención por los distintos comportamientos sociales durante el evento, en unos puntos la gente se agolpaba a las carrozas y exigía caramelos, mientras que en otros eran más tímidos, o los pedían de forma distinta.
Desde luego todas las personas entre ellas eran muy distintas, pero parece existir un trasfondo social-cultural que puede hacer notar de forma especial un modo de actuar de un conjunto frente a otro.
- Un chico «con los huevos negros» quitó una bolsa entera a unas de las niñas que repartían caramelos, mi amigo, que se encontraba trabajando en la organización, lo pilló y le lió la de dios como es comprensible. No es solo un robo a una niña, que en el fondo no se va a quedar ninguno, es un robo a cientos de asistentes, entre ellos muchos niños.
- Hubo un momento durante la cabalgata que intentaron quitarnos una bolsa pegando un tirón, metiendo la mano por la ventanilla del coche.
También pude parar un intento de «acceso no autorizado» a la furgoneta de abastecimiento. - Gente maleducada, exigiendo que les des algo, insultando y/o maldiciendo, metiéndote la mano hasta las narices.
- Arrambladores: Gente con cajas arramblando con todo lo que pueden, y esto parece que va en el trasfondo social-cultural de muchísima gente.
- Toda la gente, que asiste a un evento de estas características para que disfruten los niños y procuran simplemente pasárselo bien.
- Gente educada: Gente que le das algo, y te lo agradece. Que no se abalanza, que sabe facilitar tu trabajo.
- Compartidores: Gente que coge cosas y las reparte, las da a niños.
- Niños encantadores: Y para esto lo que le pasó a Manuel Jesús, que se le acercó una niña chica para darle a él un caramelo.
En castellano, que dabas una bolsa de kikos, venían dos, les dabas, venían, cuatro, les dabas venían dieciséis.
También nos dimos cuenta que, cuando repartías kikos subía el nivel de hostilidad, mientras que los cuentos de correos tranquilizaban a la mole.
- Cuando todavía faltaba aproximadamente un 70% del recorrido, quedaba sólo un 30% de la carga inicial – Años de bonanza.
- Para compensar estuvimos un buen rato tirando mucho menos o dejando espacios sin tirar – Crisis.
- Cuando faltaba un 20% del recorrido no quedaba nada, pero otra carroza nos prestó algo – Rescate.
- «¡¡DAME KIKOOOS!!» – mientras podía oler un profundo olor a maíz tostado saliendo de su boca.
- «¡Ehhh informáticos ehhh!» – en una furgoneta de montajes eléctricos
- «Guapaaaa»
- «Dame algo, que tengo muchos nietos» – señora, con esa bolsa alimenta a la casa de alba
- «¡Hombre Pepe!» – no soy Pepe. «¡Hombre Luis!» – no soy Luis.
En definitiva hubo un poco de todo: momentos de tensión, de pensar que la gente está gilipollas perdia, y momentos de gran dulzura, de ilusión, de sentir que todo lo que tienes que estar aguantando por unos pocos lo estás compensando por otros muchos.
Siempre he escuchado en los medios sobre la Cabalgata de Reyes Magos que «los protagonistas son los niños», ayer pude creerme esta afirmación, y es que realmente eran ellos con su ilusión los que dotaban de un verdadero trasfondo a aquel tinglado. Sin los niños eso solo serían tíos subidos a un remolque dando un paseo, con los niños es algo más, no tangible, pero que se nota.
A mi la imagen que se me queda grabada es cuando, terminando, salí de la furgoneta, encontré un caramelo en el techo, lo cogí, y se lo di a la niña más pequeña que pude ver en ese momento. El momento es mientras se lo acercas, cómo te mira con duda, timidez y al mismo tiempo ilusión, y se lo vas acercando a la mano y va abriéndola y aproximándola. Ese momento.
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